🙋‍♂️ 1 año de Susbielles: qué nota se pone, qué ve en el espejo, qué le falta y más

Publicado el 08/12/2024.

El año pasado, para el tercer aniversario de 8000, el entonces intendente electo Federico Susbielles se presentó sin condiciones en el evento abierto que hicimos en el Teatro Municipal: contestó todo lo que le preguntamos nosotros y la gente, nos dejó 9 definiciones y se comprometió a rendir cuentas 1 año después. O sea, digamos: ahora.

🧐 Entonces ahora le pedimos que cumpla: no es una entrevista con repreguntas, sino un cuestionario (elaborado con participación de nuestra audiencia) que explora algo profesional y algo personal.

Y así, Susbielles nos dejó otras 9 definiciones:

—Siendo bien autocrítico, ¿del 1 al 10 qué tan conforme estás con tu gestión? ¿Por qué?

—Soy una persona a la que le cuesta mucho autocalificarse, porque soy un gestor de procesos que nunca se conforma. Mi lema es “Empezar todos los días de cero”. Empiezo muy temprano; trabajo y exijo trabajo durante todo el día, miro indicadores, objetivos… con lo cual, conforme del todo no estoy nunca. Estoy conforme con este primer año, con lo que se trabajó; conforme con los funcionarios, con la relación con la comunidad, con el modelo agencial. Le pondría un 7. Conforme, pero siempre hay cosas por mejorar.

—¿Qué te faltó hasta ahora?

—Tiempo, porque hay procesos que necesitan maduración. Tenemos un formato agencial de construcción de consensos para luego impactar en políticas públicas. Nos tocó empezar con muchas obras paradas que había que reacordar, y no había ninguna licitación en curso. Hubo que generar en todas las áreas de gobierno nuevos programas que ya empezaron a impactar, y ahora tienen que seguir un curso lógico. Y en obra pública, igual: hay procesos que empezaron a encadenarse en materia de asfaltado, reasfaltado, iluminación, mejoramiento… Lo que falta es sostener en el tiempo estos niveles de inversión, compromiso y gestión.

—¿Qué aprendiste?

—Aprendo cosas todos los días. Filosóficamente, mi visión es tratar de ser mejor persona y mejor dirigente cada día. Y seguir escuchando siempre a gente que me circunda y con la cual tengo la posibilidad de compartir. Aprendí acerca del cargo; soy muy intenso para trabajar, así que cultivo la paciencia y el aprendizaje de los procesos que la gestión tiene, y también a entender los niveles de exigencia de los vecinos, en muchos casos por décadas de espera; lo tienen que volcar, es sano que así lo hagan, y lo vuelcan en su intendente, más allá del tiempo que lleve en el cargo. Convivo bien con eso: lo entiendo lógico y me gusta la exigencia.

—¿Qué te enorgullece?

—Los bahienses. Luego de lo ocurrido hace 1 año [se refiere al temporal que nos pasó por encima el 16 de diciembre de 2023], la reacción que tuvo la ciudad, de qué manera lo procesó, la unidad, la solidaridad… la entereza que tuvo Bahía Blanca me llena de orgullo. Me gusta mucho la ciudad, y los valores de los bahienses. Soy un bahiense orgulloso.

—¿Cuánto te dolió perder la megainversión de GNL, que podía modificar tanto el futuro de la ciudad?

—Me dolió que se desnaturalice un proceso: que deje de entenderse como un proceso técnico de buscar la mejor posibilidad para la Argentina y pase a ser muy atravesado por la política. En ese momento, dije que el tiempo iba a decir si era una mala noticia para Bahía Blanca o para la Argentina: bueno, parece que en estos pocos meses, con la salida de Petronas y muchas incógnitas que tiene la inversión, lamentablemente el tiempo nos está dando la razón. Pero no estoy de acuerdo con que una inversión pueda cambiar el futuro de una ciudad. Era una gran inversión y trabajamos mucho para que venga; hicimos un plan rector para maximizarla, pero yo estaba convencido de que se iban a abrir otras posibilidades. Y ocurrió. Se liberó esa tierra, que eran más de 1.500 hectáreas [donde se iba a hacer la planta de GNL] y hoy el puerto tiene muchas inversiones distintas en estudio, que van a depender del momento del país: hoy, con lo caro que somos en dólares, esa lluvia de inversiones que se presagiaba con el régimen de incentivos no se ha dado. Y está por verse si van a llegar. Como intendente, me siento más cómodo con una matriz diversificada (se analizan hoy inversiones en granos, en aceiteras, en separación de gases, en crudo…) que dependiendo de un solo commodity. Si la Argentina recupera la capacidad de atracción de capitales, Bahía Blanca está puesta en el mejor lugar: demostramos competitividad, seriedad, profesionalidad…

—¿Qué ves cuando te ves en el espejo? ¿Y qué creés que ven los bahienses?

—Veo a un hombre de 54 años con muchísimas ganas de trabajar y de aportar para que su ciudad retome el brillo que merece, y que hace todos los días el máximo esfuerzo. No sé qué verán los bahienses… camino mucho, trato de escuchar, de recorrer Bahía Blanca, dialogo mucho, pero no me animo a generar una definición sobre qué sienten acerca de esta persona que se mira en el espejo.

—¿Por qué ponés pauta en un medio como 8000, si no andamos publicando lo que te gusta?

—La pauta oficial es necesaria para comunicar obras, visiones de gobierno, situaciones estructurales… Es necesario que la dirigencia política entienda que la pauta es una inversión que busca, a mi juicio, comunicar acciones de gobierno tendientes a mejorar la calidad de vida de la población. Tiene que penetrar a través de una comunicación pública que sólo los medios pueden brindar. No siento que signifique otra cosa. Creo que hay que recuperar la independencia del periodismo: que sea la exigencia y la voz de la comunidad. Me siento cómodo invirtiendo en 8000; me gusta la forma como trabajan el periodismo y me parece que eso también es un buen aporte desde la gestión: reivindicar y apostar por una profesionalización y una buena calidad periodística.

—Tu mandato vence en diciembre de 2027 y podés presentarte a la reelección. ¿Querés ser el intendente del bicentenario?

—Trabajo todos los días para generar la gestión que Bahía Blanca necesita, para tomar las mejores decisiones en tiempo y forma, pensando en la responsabilidad que tengo sobre la espalda. Estoy convencido de que no vamos a ser la generación del brillo, pero sí la que detenga la caída y ponga los cimientos bien sólidos para que podamos ser esa ciudad que todos añoramos. Quiero dejar una modalidad de gestión seria, profesional, con participación de la comunidad; una hoja de ruta de largo plazo para no depender de un liderazgo, sino del mejor esfuerzo de los bahienses. Así que pienso en el día a día, en una responsabilidad que expira en 2027. Lo que ocurra va a depender de lo que yo sienta, de cuánto convencimiento tenga de que es importante mi rol hacia el futuro, y fundamentalmente de lo que nuestra comunidad piense al respecto.

—¿Una promesa?

—Prometo hoy acá en 8000 seguir trabajando con la misma energía, con la misma fuerza y con la misma pasión que hasta ahora.